Mié. May 15th, 2024

Comparto contigo que la semana próxima voy a presentar el último libro Si escribes AMOR algo te dueleSerá el viernes 2 de diciembre en el Centre Jove Juan Antonio Cebrián de Crevillent.

Centre Jove Juan Antonio Cebrián

Me acompañarán en la presentación mi buena amiga y escritora María Teresa López y mi hijo, Fernando Jover, también escritor, creador de contenidos y polifacético compositor en las redes.

Lo de María Teresa Lopez se entiende rápido. No podía ser de otra forma, dado que ella fue quien prologó mi primer libro La palabra perfecta y ha sido una de las personas que más ha creído y apostado por mi poesía. Así que estoy encantado de que me acompañe en ese día tan especial y me ayude a digerirlo. Y lo de mi hijo también se entiende rápido. Fernando tiene una voz mucho más redonda y sugerente que la mía y le he pedido que me ayude recitando alguno de los poemas.

 

 

En la foto nos puedes ver a ambos, a María Teresa y a mí, en el último evento que coincidimos, que fue el XI Certamen Literario y Dibujo que organiza la Semana Santa de Crevillent y que celebró el pasado 11 de Noviembre la entrega de diplomas. Recuerdo que al finalizar el certamen estuvimos unos minutos conversando sobre la presentación y todavía, le comentaba yo, «no tenía localizado ni el lugar ni el día o la hora».

Y ha sido esta misma semana donde me han confirmado la reserva que hice en el Centro Joven de Crevillente.

Me gustaría añadir que el acto de presentación será muy sencillo. Yo, de verdad, quisiera que fuera así. Lo veo como un momento íntimo de acercamiento de mi poesía a las personas que me quieran acompañar esa tarde. Sin más. Sin artificios. Sencillo pero digno. Donde pueda comentar y compartir un poco como nacieron ambos libros.

Ya en el primer poemario, a finales del 2020, recién auto publicada La palabra perfecta en Amazon me refería María Teresa esta necesidad de darlo a conocer. Pero con todo lo que supuso el COVID, no parecía el mejor momento para celebrar ningún evento.

Creo que había una obligación moral de presentarlo, entonces para mi primer poemario y claramente, hoy, al menos para que quede ese recuerdo. Porque a fin de cuentas, las personas que escriben, con independencia del género literario, no lo hacen para esconder bajo una piedra todo ese contenido. En algún momento surge esa necesidad de compartirlo. Y lo digo con la experiencia de haberlo vivido así, pues no fue hasta el 2020, año en el que publiqué y recopilé mi poesía escrita en la década anterior. La palabra perfecta nació casi accidentalmente, con el deseo de compartir la experiencia de publicar un libro acompañando a mi hijo ese año.

Poco mas tengo que contarte. Estos días me asaltan las prisas, los miedos, los detalles que hay que cubrir y resolver. Si antes tenía poco tiempo fuera de lo que es mi día a día como programador, te puedes imaginar que ahora mucho menos. Y me invade ese pánico escénico de quien no está acostumbrado a hablar en público. Me gustaría ese día, al ir a dormir, poder sentir esa sensación de que ha valido la pena. A fin de cuentas, el libro ha supuesto un trabajo extra prolongado durante mas de un año. Año y medio para ser precisos. Y volviendo la vista atrás, siempre encontramos que podíamos haber hecho las cosas de otra forma, haber escrito otros poemas, haber tomado otras decisiones.

Yo quisiera que saliera bien, no solamente por mi, que al final es un poco lo de menos. Por mi familia, por mis amigos, por mis hijos, por María Teresa, por Esperanza Sempere que prologó mi libro y que también asistirá, por mis amigos. Por Blanca de Revenga Ediciones, con la que he pulido palabra a palabra durante meses. Por el Cresol al que me he unido recientemente. Se me ocurren tantas personas y grupos a los que quisiera que lo recuerden como algo entrañable.

Nos encontraremos allí. Y ese día no aparecerá el programador, ni el padre de familia, ni el amigo. Solo un ser humano que escribe poesía. Un poeta, dicen. Que ha escrito un libro que habla de la relación de amor entre la poesía y el hombre.